Un poco de ejercicio para calentar los músculos {Lucas.

Acababa de salir del último periodo de clases, y sentía que aún tenía un montón de energía que debía ser consumida, primero pensé en pasarme por las canchas deportivas, pero la última vez que yo había practicado fútbol, un estudiante no había salido con sus neuronas intactas, claro que eso no me había desagradado en absoluto, recordaba que había tenido que hacer un esfuerzo sobrehumano para no echarme a carcajadas como el resto de los chicos que me habían invitado a jugar. Recordé que no le había hecho una visita al gimnasio desde hace tiempo, y no me haría mal un par de minutos en la cinta para correr. Ya me encontraba allí, había elegido la ropa más cómoda para vestir, y llevaba una botella de agua en mano, y el iPod en la otra. El lugar estaba practicamente vacío, sólo algunos chicos haciendo pesas para impresionar a las chicas que practicaban spinning. Puse los ojos en blanco, era una imagen tan típica. Tomé una bocanada de aire antes de programar la máquina con la velocidad y el tiempo deseado, para más tarde, comenzar con mis ejercicios, antes rutinarios.

Tenia un tiempo libre, o bueno no del todo, tenia que hacer un trabajo, pero no tenia nada de ganas de hacerlo la verdad, no en este momento, decidi ir al gimnasio pues hace unos dias no iba y no queria perder la costumbre, me puse un pantalon comodo y una camiseta y me dirigi a este con una toalla en mi mano. Entre al gimnasio y busque que hacer, todos los chicos como raro estaban en las pesas por lo que fui a las caminadoras mientras tanto, habia poca gente, me hice al lado de una chica morena y sonrei levemente mientras ponia la velocidad y empezaba a caminar.

Aumenté la velocidad gradualmente mientras veía mi imagen en el espejo que cubría toda la pared enfrente mío, que la gente usaba, mayoritariamente, con fines de aumentar su ego a la par que realizaban sus ejercicios. Negué con la cabeza, una expresión divertida adornaba mi rostro, y me encontraba tan abstraída en mis pensamientos, que no noté cuando un chico tomó la cinta para correr de al lado, le mire sólo por un momento, pero tan sólo eso basto para saber que había tomado una gran decisión en venir al gimnasio. Llevé mi mirada a su reflejo, y le dediqué una sonrisa de lado, sabía que lo llegaría a notar.

Una sonrisa se asomo en su rostro, la note por el reflejo del espejo, volvi a sonreir de lado, y gire un poco la cabeza para verla mientras caminaba, si habia algo de lo que no me arrepentia era entrar a esta universidad, cada vez encontraba chicas más guapas, segui a la misma velocidad y la mire un poco de arriba a abajo pero no en forma pervertida ni nada por el estilo, los que me conocian sabian que yo no era asi, pero era hombre al fin y al cabo - Eres nueva aqui? - pregunte tratando de entablar conversacion sin dejar mi sonrisa un tanto coqueta.

Ladeé ligeramente la cabeza hacia su posición, le mire con ojos entrecerrados, ahora que lo detallaba con la mirada, tenía algo conocido, alguna facción que ya había visto antes, el problema era que no recordaba dónde. Quizás ya lo había visto con anterioridad, entre la bola de estudiantes, pero eso se me hacía improbable, no podía haberlo olvidado simplemente. Escuché el grave tono de voz que salio de sus labios, si antes lo había considerado "sexy", ahora lo era mucho más. -No en realidad, pero le apostaría a que tú sí lo eres, no te había visto antes..- Me humedecí un poco los labios, esbozando la sonrisa seductora que tanto me caracterizaba.

Me mantuve con la sonrisa en mis labios mientras esperaba su respuesta, escuche su tono de voz y vi su sonrisa con lo que amplie un poco la mia aun de forma coqueta - Bueno, si llevo poco tiempo aca - confese aun mirandola, por alguna extraña razon se me hacia conocida, o talvez sus facciones pero sali de mis pensamientos para volver a hablar - Entonces llevas ya mucho tiempo aqui? - pregunte buscando como seguir la conversacion, no queria dejarlo en un hola como estas, te veo luego.

Me mordí suavemente el labio inferior sin quitarle la vista de encima, ahora estaba completamente segura de que no era posible de que lo hubiera visto antes, un rostro como el suyo no podía haberse esfumado de mi memoria con tanta facilidad, y mucho más, no podía haberlo visto sin hacer nada para conocerlo. Acomodé un mechón de cabello mío detrás de la oreja, sentía que mis mejillas habían adquirido un tono carmesí, y es que su sonrisa me ponía nerviosa sin saber por qué. Inhalé una bocanada de aire antes de producir palabra alguna. -El suficiente, ya sabes..- Me encogí de hombros, ensanchando mi propia sonrisa. -¿Sabes?, creo que no me has dicho tu nombre- Le mire con gesto divertido.

Mire con detenimiento cada gesto y movimiento que hacia, sin poder borrar mi sonrisa de mi rostro, incluso casi pude notar como sus mejillas se enrojecian un poco, cosa que no me esperaba pues ella parecia una de las mujeres fuertes, no las timidas. Escuche lo primero que dijo y asenti una vez con la cabeza - Entiendo, bueno talvez puedas mostrarme un poco alrededor, pues me pierdo cada rato ... - No era muy cierto, aunque en parte si, pero era excelente excusa para verla de nuevo - Que grocero, soy Lucas - musite soltando una de mis manos de la maquina y extendiendola hacia ella.

Seguramente él había notado que me había ruborizado, maldije mentalmente, no me agradaba mostrar ese tipo de gestos a cualquier persona, mucho menos a alguien que apenas acababa de conocer, y generalmente, me era sencillo bloquear aquéllos actos reflejos de mi cuerpo, pero en esta ocasión, no lo había visto venir. Arqueé una ceja con gesto entretenido, no me molestaba mostrarle la escuela, inclusive, me encantaría pasar más tiempo con él, pero estaba seguro de que había directivos cuya función era enseñarle las instalaciones a los nuevos, tal pensamiento me hizo sonreir, teníamos las mismas intenciones, al parecer. -No suelo hacerle a la buena samaritana, pero podría hacer una excepción..- Le lancé una mirada significativa, seguro lo notaría, y era justo lo que deseaba que hiciera. -Un gusto Lucas, soy Mila- Tomé la mano que me había ofrecido, con la misma sonrisa en el rostro que me había acompañado desde el principio.

Era inevitable notar cada gesto o expresion que tenia, no se que era lo que me atraia tanto pero algo era, eso era seguro, por eso esperaba que aceptara mi propuesta, seguramente algun profesor o hasta la misma directora eran responsables de mostrarle a los nuevos las instalaciones, pero era mucho mas interesante si ella lo hacia, escuche lo que dijo y volvi a sonreir con cierta picardia - Oh entonces debo tener mucha suerte - musite al notar su mirada y ladee mi sonrisa estrechando su mano con suavidad - El gusto es mio Mila - dije en tono un poco seductor elevando su mano entre la mia y depositando un pequeño beso en la palma de esta, la solte con igual delicadeza y pare la maquina, la verdad ya no me interesaba segui haciendo ejercicio.

Su mirada continuaba fija en mi rostro, como si de una atracción magnética se tratase, y en la parte contraria, era justamente lo mismo, no podía dejar de mirarlo, era guapo por donde se le viera. Sus facciones eran finas, de nariz algo respingada, pero no en exceso, ojos verdes amielados, algunas pecas que cubrían parte de su nariz y mejillas, labios prominentes que lucían resecos. Tragué saliva, era bastante atractivo, y no podía evitar el ponerme nerviosa gracias a los gestos seductores que me dedicaba, mas sin embargo, no se lo demostraría, por más complicado que se me hiciera ocultarlo. -Considerate afortunado- Sonreí una vez más, me era imposible no hacerlo, y lo hacía a modo más bien inconsciente. -Es bueno saber que aún hay caballeros por aquí- Inquirí cuando sus labios rozaron la piel de mi mano, su tacto era cálido, y me había causado un ligero estremecimiento, que no había expresado. Noté cómo se bajaba de la máquina de ejercicios de un momento a otro, y tras haber apagado la cinta para correr que yo estaba ocupando, solté una ligera risita. -¿Te cansaste tan rápido, Lucas?- Musité antes de tomar un trago de la botella de agua con la que había llegado al gimnasio.

Volvi a arquear una de mis cejas al escucharla, con cierto egocentrismo pero si me preguntaban no me molestaba en lo más minimo, menos en una chica como ella - No tienes ni que decirlo, se que lo soy - dije guiñandole el ojo de manera coqueta y divertida, escuche su proximo comentario y rei un poco entre dientes - Bueno es dificil encontrarlos, pero existimos de verdad - dije a modo de chiste sonriendo de medio lado. Abri levemente los ojos al escuchar lo ultimo - Ni un poco, pero creo que tengo algo más importante que hacer que correr en este momento Mila - comente musitando su nombre con cierta devocion tomando un poco de mi agua sin despegar la vista de ella como si no pudiera hacerlo.

Sentí como mis mejillas adquirían un ligero rubor al escucharle y negué con la cabeza, por lo general un hombre no me hacía tener ese tipo de reacciones con esa clase de comentarios, pero era diferente con él, no sabía si era su grave voz, o que simplemente me atraía bastante para poder aparentarlo. Mordí mi labio inferior mientras le miraba a los ojos, de un verde amielado que me quitaron la respiración por un segundo. -Justo cuando pensé que estaban extintos, te has cruzado en mi camino- Reí un poco, y al escuchar las siguientes palabras que abandonaban sus labios, arqueé una de mis cejas. -Ah sí, ¿y eso qué es, Lucas?- Pronuncié su nombre con cuidado, como tratando de darle la entonación correcta, y le dediqué una pequeña sonrisa.

Note como con cada palabra que decia sus mejillas adquirian un color ruborizado ante lo que no pude evitar sonreir ampliamente, escuche lo que me decia con atencion desviando un momento mi mirada a sus labios mientras los movia y cuando acabo volvi la vista a sus ojos - Bueno en ese caso supongo que abra que agradecerle al destino no? - comente con cierta diversion pero manteniendo mi sonrisa la cual cambie un poco a una risita al escuchar su proximo comentario - Bueno conocer mejor el campus, aunque si me preguntas preferiria conocer mejor a alguien -comente acercandome levemente a ella arqueando una ceja de forma un tanto coqueta pero simplemente no podia evitarlo con ella.

Le mire fijamente, examinando con cuidado cada una de sus facciones. Diablos, cuando sonreía se veía aún más apuesto, y a la misma vez adorable, puesto que aquéllas arruguitas que se le hacían al lado de los ojos le daban un toque tierno. Suspiré sin darme cuenta, e inconscientemente, me encontraba sonriendole un tanto ida en su propia sonrisa. -¿El destino?, así que.. ¿Crees que esto es obra del destino, eh?- Solté una suave risita, y le mire entretenida. Jugueteé un poco con la botella que traía en las manos, y amplié mi sonrisa al escucharlo. -Me pregunto quién será esa persona tan afortunada..- Musité como quién no quiere la cosa, una gran sonrisa adornaba mi rostro en ese momento. Me percaté de que había acortado la distancia entre los dos, y baje por un momento la mirada, ruborizada.

Mantenia mi sonrisa en mi rostro pero esta se amplio de manera enre coqueta y dulce al ver como suspiraba y me sonreia de vuelta un poco ida, escuche lo que dijo y asenti una vez con mi cabeza - Si, tu no lo crees? - pregunte arqueando una ceja divertido y al escuchar lo proximo lleve una de mis manos a mi nuca mirandola - Bueno una apuesta señorita que tuve el placer de conocer - dije notando como casi sin movernos estabamos mas cerca el uno del otro, para luego sonreir un poco tontamente al notar como bajaba la mirada ruborizandose, tome su menton con una de mis manos levantandolo con suavidad para que me mirara y sonrei ladeadamente - No me vas a decir que eres timida no? - dije entre divertido y dulce perdiendome en susu acarameladas pupilas un momento.

Rayos, ¿por qué me ponía tan nerviosa? No le encontraba explicación alguna pues nunca antes me había encontrado en una situación cómo esta. Se me daba bien hablar con los hombres, sobre todo cuando nuestra conversación radicaba en coqueteos y miradas significativas, pero con Lucas.. era diferente. Tenía algo, aún no encontraba de qué se trataba, pero me parecía especial, y eso me atraía bastante. -Digamos que el destino está sobrevalorado, pero sobre la marcha, podré comprobarlo..- Le guiñé el ojo juguetonamente, y sonreí al escuchar la respuesta a la pregunta que había formulado con anterioridad. Mi pulso se disparó cuando poso su mano sobre mi mentón y me obligo a mirarlo, ¿no sabía del efecto que su mirada podía tener? Apreté los labios y le mire algo perdida en sus verdes iris. Todo aquéllo de las mariposas en el estómago me parecía una cursilería, pero quizás estaría pasando por un proceso parecido. -No suelo intimidarme con facilidad, eso es cierto- "Pero quizás tu mirada me pongas nerviosa", me faltó agregar, e igual no era algo que él debiera escuchar de mis labios, por lo que sólo acentué mi sonrisa.

La escuche con atencion mientras no despegaba mi vista de sus ojos, no sabia que tenia ella, pero algo tenia que la hacia diferente a las demas, podian haber mil chicas al rededor pero era como si solo pudiera verla a ella - Bueno entonces dejemos que el destino haga lo suyo ... - murmure un tanto divertido sonriendo ladeadamente al escuchar su risita y cada gesto que hacia con especial cuidado, note como se puso cuando la tome por el menton por lo que amplie mi sonrisa de forma coqueta mientras escuchaba su respuesta - Entonces porque siento que estas un tanto timida? - pregunte arqueando una ceja y pasando mi dedo pulgar de lado a lado de su menton como en una leve caricia luego bajandola mientras seguia mirandola.

Atrapé el labio inferior entre mis dientes, trataba de sostenerle la mirada, pero me lo estaba poniendo complicado. Me tenía atrapada, y podía apostar que él no se daba cuenta de ello, o si lo hacía, estaba segura de que no era su intención en realidad. Reí al escucharle, y ladeé ligeramente la cabeza con gesto aún risueño. -Parece que alguien tiene una fé ciega en el destino..- Entrecerré los ojos con ligereza, antes de sonreirle una vez más. Me preguntaba si era posible que te doliera el rostro de tanto sonreír en un sólo día, luego podría comprobarlo. Arqueé una ceja al escucharlo, e hice mi mayor esfuerzo por no parecer nerviosa. Su tacto era cálido, suave, me enchinaba la piel, y parecía querer aprovecharse de ello. -¿Por qué lo dices?, quizás es mejor que te dé la oportunidad de sacar tus propias conclusiones, ¿no crees?- Posé ambas manos a cada lado de su cuello, y di un paso al frente para acortar aún más la distancia. -¿De verdad te parezco tímida?- Le mire entretenida.