No tendras miedo pequeña Angel, o si? {Terr & Violet

Hoy particularmente me sentia muy travieso. No me podia quedar quieto, cosa que me tenia de un lado al otro. Me bole unas clases que tenia que "tomar," y me despareci en el bosque. Aqui podria ser lo que me pegava la gana, y a la vez, ser mi mismo, sin limitarme en nada de mis acciones, cosa que era mi deber hacer en el internado, ya que no era el unico que tenia sus propios poderes. Restricando el uso de nuestros poderes era algo mandatorio para que cada uno podia conlleverase bien con el otro, sin sentir inferioridades. Para mi, era absurdo. Eres quien eres, para que limitarte? La vida era mucho mas divertido cuando te dejavas "libre." Me quite las gafas del sol, ya que estava nublado cada paso que yo hacia dentro el bosque. No tenia en mente un lugar donde ir, solo me dejava llevar, mientras jugava con una rama entre mis dedos, haciendolo flotar, y caer sobre mi mano. Pare de caminar, al precartar frente de mi una casa que parecia ser abandonada. Acaso no habia escuchado de esta casa antes? No era esta la casa de la bruja, con ese pasado negro? Sonrei para mi. Vaya que la aventura me habia encontrado sin yo buscarla. Amava cuando eso sucedia. Rei por el lado, mirando a ambos lados, y subi el escalon para la casa, y toque dos veces, alzando una ceja cuando la puerta se me abrio, pero senti una prescencia detras de mi, asi que di la media vuelta, mirando, y escuchando. Era un angel...mas bien un angel femenina.

Posiblemente tendría que estar en este mismo momento en la universidad, pero el maestro que me tocaba en esta hora se había reportado enfermo, así que no dejo actividades y nos dio la hora libre, pobrecillo ojala y se recupere pronto. El caso es que había aprovechado esa hermosa hora libre para ir a pasear, quería alejarme de todo el mundo en ese mismo momento, y que mejor opción para ello que el bosque encantado? Digo no muchas personas se atrevían a adentrarse en sus oscuridades, y si a eso le sumamos que estábamos en hora de clases, seguramente no habría nadie. Empecé a caminar distraídamente entre los árboles, con un libro entre las manos “Tre Metri Sopra Il Cielo” en verdad era un libro muy romántico, me encantaba no podía parar de leerlo, incluso sus pastas ya estaban algo maltratadas de tan veces que lo sacaba y lo llevaba conmigo. Estaba tan perdida en la lectura que no me percate de lo lejos que había logrado llegar; cuando me di la vuelta para regresar lo único que vi fueron plantas, árboles todos iguales, bufe por lo bajo mientras guardaba mi libro en la pequeña bolsa cruzada que llevaba conmigo ¿Quién se podía perder en el bosque, llevando tanto tiempo visitándolo? Supuse que solo una persona tan distraída como yo, até mi pelo con un listón negro en lo alto de mi cabeza, para no tener ni un obstáculo en la visión, decidí seguir caminando seguro que si llegaba al otro lado encontraría algo, debía haber un guarda bosques o algo parecido ¿No? Desde lo lejos logre ver una casa enorme, un estremecimiento me recorrió todo el cuerpo una vez que estuve enfrente, era la casa de esa bruja, o algo parecido había escuchado con anteoridad. Estaba a punto de regresarme resignada a encontrar yo sola el camino de regreso, pero la sombra de una persona en la puerta me distrajo, caminé con cautela hasta estar de él, escuche la puerta abrirse sola y mi piel se erizo, lo mire a él se veía tan seguro de entrar, claro que esperar de un egocéntrico ángel caído, trague un poco de saliva.- No deberías entrar hay, dicen que es peligroso, podrías salir dañado.- ¿Y a mí que si le pasaba algo? Estúpido buen corazón que tenía.

La pequeña rubia se me seguia viendo, como si buscava las palabras adecuadas para derigirse a mi. A lo que ella pensava, me limite, a observar y contemplar la belleza frente mi. Tenia unos ojos cristalinos que brillavan de innocencia y pureza inigualable. Sus labios de un color rosita se vean jugosos para mi. Sentia la gran tentacion para tocarlos con los mios. Su cabello largo e rubio se vea sedoso y liso, cosa que podria imaginarme pasando mis dedos por aquellas ondas suaves con lo cual ella los mantenia. Tenia el effecto perfecto con lo que yo podia deducir era su forma de ser: Tranquila, observante e imprescindible. Porfin el angel, me hablo, y me quede asombrado por su voz de un melodia hermosa. Lo que me dijo, me trajo mucha gracia. Acaso ella pensava que algo me podia pasar a mi? Un angel oscuro? Que debia yo temer? Algo mas que se me venia a la mente era, porque le importava a ella lo que yo hacia o no hacia? Total, yo solo era un extraño para ella verdad? O sera que nos conociamos desde una vida differente? Acaso de humanos? No se me haria extraño que asi fuera, ya que no tenia ninguna memoria de ser humano. Era algo que ni siendo angel, me habia recordado. Siempre me preguntava cuando iba ser el dia en el que me enterava de todo. Parte de mi temia que tal vez tenia razones justificadas por no recordar nada, pero esa parte aprendi esconder en el fondo de mi ser. No me gustava ser vulnerable, especialmente frente de nadie. Baje la mirada al pensar esto, remojandome los labios. Despues de unos pocos minutos, levante la mirada a ella, dejando que mis ojos estuviesen un reflejo exacto de los suyos, dejandola ver que no me molestava para nada siendo tan "directo," en mi mirada. "Agradezco tu preocupacion, pero no creo que tengo algo que temer aqui, si no tal vez dentro me deberian temer a mi." Le guiñe el ojo, soltando una risa divertida, y le dedique una sonrisa calida por el medio lado, era un gesto seguido que tenia yo desde que podia recordar. "Anda, no quieres entrar conmigo? Tal vez los rumores no son ciertos..." Di unos pasos donde ella.

Su mirada me hacía sentir extraña, la sentía fija sobre mi haciéndome sentir pequeña e indefensa, ese sentimiento no me gustaba en lo absoluto, era como si yo estuviera dentro de un aparador y el fura uno de esos turistas queriendo ver la nueva exhibición presentada; solo fui consciente del calor acudiendo a mis mejillas, sabía que se habían teñido de rojo. Apreté mis labios en una fina línea, mis manos apretaron inconscientemente las tiras del morralito que llevaba colgando de mi hombro. Pude ver el desconcierto de sus ojos ante mis palabras ¿Por qué me preocupaba de que le fuera pasar algo? Bueno, yo tampoco lo sabía con exactitud, pero era algo tan común para mí, a pesar de que era un ángel caído y que probablemente hacía cosas malas, era una persona y no me gustaría que le pasara algo, ni a él ni a nadie. Lo mire bajar la mirada para luego volver a subirla y volverme a mirar; podía verme reflejada en sus orbes cafés, era como ver a la presa en los ojos del cazador; moví mis pies nerviosamente, mis ojos dolieron por la mirada fija que trate de regresarle, así que tuve que desviar mi mirada. Escuche su voz gruesa dirigirse hacia mí, su comentario tan autosuficiente como si él fuera indestructible, mi pequeño enfado quedo opacado con su deslumbrante sonrisa, era atractivo no se podía negar, tenía las facciones bien marcadas y definidas, a leguas se veía que podía llegar a ser muy peligroso. Mordí mi labio inferior mientras fruncía el ceño.- Te oyes muy seguro, pero no creo que sepas que es lo que reside allí como para decir que puedes con ello, aunque no dudo que te puedas defender solito.- Lo mire acercarse a mí, por puro instinto yo retrocedí ese paso dado por él, por un momento me pregunte si ese tono pícaro era acostumbrado por el.- No creo que esa idea sea muy brilla…- Mi cabeza se alzó de golpe hacia el cielo, una pequeña gota había caído en mi mejilla, el día estaba muy nublado se avecinaba una gran tormenta llegar. Me planté cuanto tardaría en recorrer el bosque, seguro que terminaría empapada, de repente la idea de entrar a esa terrorífica casa con ese desconocido se oía muy brillante.- Ammm… Yo creo que…. Solo un momento, no sería bueno mojarse.- Arrugue un poco la nariz al sentir una nueva gota de lluvia recorrer mi piel, no me quería mojar, enserio que no.

Era curioso observando esta pequeña rubia con los ojos radiantes. Se me parecia como si fuese un muñeca de epocas atras. Donde uno tenia que cuidarla bien, y mantenerla a lo alto de los armarios para que ningun daño le vendria donde ella. Cada movimiento, y gesto parecia ser calculado, y preciso. Senti denuevo el gran deber de aparecerme a su lado y tocar su mejilla, cariciar aquel piel porcelana e suave. Por decir que me sentia atraido por ella era decir poco. Me sentia como una mosca en una tela de araña. Hipnotizado y indefenso a mi captora. Notando la direccion que mis pensamientos habian tomado, baje la mirando tensando la mandibula y pase una mano por mi cara pretando mis labios. Alze la mirada el momento en la que ella hablo denuevo, su voz sonando como un timbre para mis oidos. Pero sus palabras denuevo me causavan gracia. "Eso es cierto, no tengo ni la menor idea, pero es por esa precisa razon, que lo debo hacer." Sonrei de medio lado entretenido con la conversacion. "No me gusta quedarme con las dudas, prefiero vivir un arrepentimiento que vivir perdido en los 'quizas.'" Commente, esta vez, caminando alrededor de ella, sintiendome como yo mismo denuevo, algo que agradecia ya que no me gustava ser controlado por nadie, mucho menos indirectamente por la hermosa rubia. Por mi piel, senti una gotadera de agua mancharla, y alze una ceja, alzando la vista al cielo, a lo que precarte por medio lado que la angelita de mi lado hico tambien. Genial, pense para mi. Ahora mas razones en mi favor. Lleve mi vista a su libro, y sonrei despacio."Creo que debemos por lo menos entrar a la terraza para que tu libro no se moje.." le guiñe el ojo. Asenti cuando escuche lo que ella habia deducido, cosa que me alegrava bastante, ya que queria conocerla mas. "Bueno entonces, Dama primero."Le sedi el paso. "No te preocupes cuando llegamos a la puerta, ire antes de ti." Le murmure por su oido.

Si me digieran que debía describir a este chico con una palabra ahora mismo, no dudaría en decir “Misterio” Todo en él decía “Descúbreme” Era como esos juegos del periódico que siempre entretienen a uno mientras desayuna y casi nunca logra acabarlo. Mire de nuevo sus ojos que parecían estar ausentes hundido en sus propios pensamientos supongo, casi sin quererlo lo recorrí con la mirada de una manera curiosa y bueno para que negarlo, también un poco libidinosa. Su presencia me hacía sentir nerviosa, su aroma imponente y su aspecto rudo hacia que pareciera que había salido de una película de peligro y acción. Mi rostro se ilumino de fascinación al escuchar su comentario, esa frase me había parecido muy sabia, fue la responsable de que una tenue sonrisa apareciera en mi rostro.- Valla, creo que has ganado algunos puntos a tu favor. He de suponer que eres una persona de acción ¿No?.- Me quede clavada en el suelo, estática y sin moverme ni un solo milímetro mientras el caminaba a mis alrededores, por el rabillo del ojo le seguía el paso, sin poder apartar la vista de él, hasta que hizo mención de mi libro, el cual sobresalía por las puntas del morral, solté un gran suspiro sintiéndome derrotada.- Bien, pero solo será en lo que pasa la lluvia, no creas que me hace mucha gracia meterme en un casa terrorífica con un peligroso muchacho, el cual por cierto no ha tenido la decencia de presentarse.- Relaje mi postura que hasta ahora había mantenido a las vivas, de ladeé la cabeza cuando me cedió el paso; apenas había dado el primer movimiento cuando lo escuche hablarme muy cerca del oído, sin proponérmelo se me erizo la piel al sentir su aliento chocar con mi piel, bufé por lo bajo mientras seguía avanzando por el porche.- No te preocupes por ello…-Mi pie cruzo la viga de la puerta abierta, tome un poco de aire.- Se cuidarme sola.- Asegure metiéndome por completo en la casa, no necesitaba que él se hiciera el hombre y tratara de impresionarme con su valentía. Estando adentro me dieron ganas de buscar su mano y apretujarla, pero me contuve.