·~Perfecto para despejarse {Ash&Troi·

Pase con un poco de desgana mis dedos entre los mechones de mi pelo castaño, mientras caminaba hacia el lago congelado, patines en mano. No sabía si se podía patinar allí, ni siquiera si era seguro ya que hacía un día bastante soleado y podría derretirse. Pero, me habían comentado que este lago estaba constantemente congelado, lo cual me extraño bastante ya que se supone que debería derretirse, no?. En fin, tenía unas ganas tremendas de patinar, aunque hace bastante no lo hacía, no había tenido la oportunidad y ahora que se me ofrecía no pensaba mal gastarla. Así que me senté cerca del lago me saque mis converse y las cambie por los patines, luego saque del bolsillo de mi cazadora unos guantes morados y también me los puse, solo esperaba que no se me olvidara lo que había aprendido.-

Los días que podía tener libres en estas semanas eran un bendición para mí, no sabía porque pero ahora todas las materias se estaban poniendo estrictas y tenías que esforzarte el doble, gracias a la hermosa suerte con la que contaba hoy tenía el día libre, no quería quedarme encerrada en mi habitación, así que decidí que ir a patinar al lago congelado sería una buena idea. Con esa idea fija en la cabeza, tome mi chaqueta morada-Pues el día estaba algo soleado- Con mis orejeras y guantes afelpados a juego con el suéter, y sin más Salí de mi habitación con los patines en la mano. Al llegar a la orilla del lago me deshice de mis botas y los sustituí por los patines, pude ver a otra persona que había tenido la misma idea que yo, sonreí cuando la reconocí.- Oye Troi, no se vaya a romper el hielo que te hagas un cubito de hielo.- Bromeé con ella apenas mi patín toco el hielo.

Tomé un largo suspiro a la vez que luchaba por levantarme, antes de tocar el hielo me quede unos cuantos segundos mirando el paisaje. Esta universidad era sumamente rara, algunas partes me provocaban unos escalofríos horribles y otras, como esta, me tranquilizaban y llenaban de paz. No logro entender porque mis padres me dejaron aquí, a veces tengo la sensación de que esto nunca me va a llegar a gustar, me intriga mucho y eso no me gusta nada de nada. Una voz más que conocida me saco de pensamiento alguno, en seguida gire mi rostro para poder encontrarme con aquellos ojos azules los cuales adoraba tanto- Calla, Oye ¿Esto es seguro?- Dije mientras me balanzeaba un poco intentando llegar hasta ella, por favor que no me fuera a caer y que esto no se fuera a fundir, amo el frío pero no llegemos a extremos.

Cuando posé mis ojos en ella me di cuenta que seguro estaba muy concentrada en alguno de sus pensamientos, siempre que lo hacía fruncía ligueramente el ceño y su mirada se veía alejada, dios la conocía como la palma de mi mano, me alegraba mucho tenerla aquí a mi lado, digo era una de las personas en la que odia confiar todo… o casi.- ¿Qué?.- Sin dar tiempo a más me eche a reír por su preocupación de que el lago se pudiera descongelar con nosotros sobre él; me acerque a ella para que no tuviera que patinar tanto, no tarde mucho pues el ballet me hacía tener seguridad en mis pies, cuando llegue hasta ella le di un abrazo acompañado de un besito tronado en la mejilla.- Despreocúpate, he venido a patinar a este lago en toda mi estancia aquí y jamás ha dado señales de descongelación, no me preguntes porque, ni yo se.- Dije antes de que me preguntara, sabía que lo haría.

Mi mirada hacia ella cambio por completo, dejando ver que sus risas me molestaban un poco, pero no pude evitar terminar riendome yo tambien. Sonreí al ver como ella se acercaba a mi, correspondí con cariño su abrazo, lo único que me unía a este sitio y me obligaba a no coger mi maleta he irme era ella, cuando estaba a mi lado me sentía segura, cosa algo rara. Sus palabras me aliviaron e hicieron que mi sonrisa se ensanchara un poco. Abrí la boca con la intención de preguntar porque no se descongelaba si hacía calor, pero ella se adelanto, no pude evitar que de mis labios un poco morados por el frío, escaparan unas suaves risas. Mi relación con ella era realmente estrecha, nos contabamos de todo, ella era la única persona en este mundo capaz de conocerme en todas las fases de mi humor, sabe a perfección que voy a hacer antes de actuar, y yo también la conosco muy bien a ella... O eso creo. La mire mientras inclinaba un poco mi cabeza hacía un lado- ¿Cómo has estado?- Pregunté dejando ver mi gran curiosidad, no la podía ocultar. Me deslize en el hielo, dando un par de circulos mientras la miraba, al parecer no se me había olvidad lo que la Señorita Stevnson me había enseñado tiempo atrás.

Me dio algo de gracia ver como se molestaba por reírme de ella, pero después ella misma se empezó a reír. La sonrisa que estaba en mí rostro desde que la vi no había abandonado mis labios, era muy raro estar con ella y no sonreír, siempre lo estaba haciendo. La escuche para luego mirarla hacer algunos círculos en el hielo.- Valla, creo que tengo frente a mis ojos a la próxima Kristi Yamaguchi, seguro que la superas.- Dije en forma de broma con ella, me encantaba hacerlo, era divertido reírme a sus costas.- Pues viva, eso es un progreso ¿No?.-Reí un poco.- Mentira, bien en realidad; risitas por aquí, risitas por allá. Nada fuera de lo normal… para mí.- Suspire patinando a su lado, solo que yo me limitaba a mover mis pies de un lado a otro.- ¿Y tú?.- Pregunte de ladeando mi cabeza hacía la derecha para poder observarla, sabía que no hacia tanto frio pero aquí, en el lago juro que yo me estaba congelando, a pesar de mis guantes y mis orejeras.- Esto es como estar en el polo norte.

No pude evitar que de mis labios se escaparan unas cuentas risas, todas provocadas por su comentario. La mire con una sonrisa mientras negaba con gracia la cabeza- La supere hace años cariño- Dije mientras apartaba con sobervia algunos mechones de mi hombro, claramente lo hacia de broma, luego la mire mientras volvía a reír, todo esto mientras seguía patinando. La verdad es que cuando era pequeña soñaba con ser patinadora profesional, cada vez que competía en mi ciudad o elegían a mi grupo para hacer alguna que otra cosa en el teatro me sentía tan previlegiada, pero todo esto termino cuando... Bueno, termino y punto. Escuche con atención su respuesta mientras encajaba unos cuantos mechones tras mi oreja, gire sobre mi para poder verla mejor- Ya.. Yo igual que siempre. Bien, supongo. Aunque cada vez me dan menos ganas de estar aquí- Dije mientras me encogía de hombros, no era un secreto que me quisiera marchar, mas bien era algo a voces, si seguía era solo por cuestiones de estudios y por que ya había echo los suficientes amigos para sentirme algo cómoda. Una risita salio de mis labios cuando la volví a escuchar- Eres una floja, Benson- Dije a la vez que sacaba mi lengua para enseñarsela con burla. Si que hacia frío, pero a mi me encantaba tanto este que poco lo notaba.

La escuche reír, lo que me hizo reír a mí por igual, enseguida negué con la cabeza divertida ante su comentario egocéntrico burlesco; Solo me quedo soltar un bufido por lo bajo.- Pero valla, alguien amaneció con el ego un tanto hinchado.- Dije siguiéndole la broma, Troian podía ser muchas cosas –Terca, Estresada, Sarcástica, etc.- Pero jamás me creería que fue egocéntrica, dios esa niña era como un pan dulce untado con mantequilla de la fina, tanto que te parecía comerla por la paz que irradia –Comerla de forma literal, claro está- Ella una vez me había comentado que le antes le habría gustado ser una patinadora profesional, me pregunte como sería “Ella patinadora y yo Bailarina” Sonreí un poco por el pensamiento.- Oh vamos, no es tan malo como parece una vez que te acostumbras no?.- Pregunte con una sonrisita en mi rostro.- Aparte no es como si estuvieras sola, nos tienes a Sapphire & a mi ¿Cierto?.- Comente distraídamente mientras daba un giro en el hielo, más estilo ballet que otra cosa; Sapp&Troi & yo éramos muy unidas desde hacía algo de tiempo.- Lo aprendí de ti Avery, por supuesto.- Dije regresándole el gesto de la lengua, ella sabía muy bien que no me gustaba tanto el frio.

Estiré mis manos hacia el cielo mientras seguía patinando, gire con suavidad mi cabeza para mirarla aun con una sonrisa en mi rostro, esta se volvio más grande al escuchar su comentario- Lo siento, tengo un buen día. Así que te toca aguantarme- Dije mientras daba unos pequeños giros alrededor de ella, volver a sentir como mis patines se abrian paso a travez del duro hielo me daba la mejor sensacion del mundo. Era paz para mi, todo lo que podia querer era una pista de hielo, corri con la suerte de que ahora tenia una cerca de mi habitacion. Tarde un poco en contestar a lo que dijo, pues me ahogue en mis pensamientos mientras patinaba por todo el lago congelado, la verdad tenia que admitirlo esto era mil veces mejor gracias a esas dos. Ash era como una hermana para mi, practicamente era mi todo la persona en que mas confiaba era en ella, sin duda alguna. Y Saphi, dios esa niña tomaba una gran parte de mi corazon, mi fiel consejera y sin duda el hombro que me apoyaba dia a día. Sin ellas esto no seria igual, capaz estaria deprimida en mi habitacion.- Si es cierto. Es mucho mejor desde que estoy mas tiempo con ustedes- Dije mientras una sonrisa se tomaba libre camino por mi rostro- Me siento mas segura con ustedes junto a mi, no preguntes porque- Dije mientras encogia mis hombros con suavidad y la volvia a mirar para dedicarle una sonrisa. Admire como daba giros en sus patines, amaba ese estilo tan Ballerina que poseia, Ash sin duda eran una gran artista respecto a la danza, observarla para mi era una de mis cosas favoritas. Rei por lo que dijo mientras ponia mis ojos en blanco- Y me superaste en ello, como buena alumna- Dije mientras soltaba una leve risotada mas.

La mire mientras poco a poco una sonrisa se iba abriendo paso en lo ancho de mis facciones, me alegraba verla así, disfrutando de lo que le gustaba hacer; sus ojos brillaban de felicidad, tal cuan una niña una noche previa a navidad, esperando ansiosa por la mañana siguiente.- Un buen día? Oh si es así entonces adelante, podre aguantar un momento tu egocéntria.- Le sonreí un poco burlona. Mientras ella patinaba a lo largo del lago, cerré un poco los ojos para que esas sensaciones que sentía creciendo en mí no fueran las causantes de un par de lágrimas, si tal vez fuera una sentimental o lo que fuera, pero saber que tenía en mi vida a personas tan únicas me hacía feliz, era como dejarte caer a un acantilado con los ojos cerrados y sin ninguna certeza de que aterrizaras sana en el agua, pero con ellas sabía que podía llevarme el más terrible golpe contra una roca y aun así podría abrir los ojos para reír una vez más. Esa sensación de plena confianza solo había conseguido sentirla con cuatro personitas a lo largo de mi vida: Mi hermano, Mis dos chiquillas hermosas y esa otra pequeña, mi Alexa. La volví a escuchar hablar después de un rato, por lo que abrí mis ojos, observándola.- Bueno eso mi querida, es lo que se siente cuando estas abrigada en los brazos de tu familia, porque ¿Sabes que somos tu familia no?.- Pregunte sonriéndole con un inmenso cariño.- Espero que te hayas acostumbrado más a esta rara universidad, porque no siempre podre estar atrás de ti cuidándote de que una mala persona abuse de tu buen corazón o algo por el estilo, ser tu protectora es un trabajo de tiempo completo!.- ¡Oh valla que mentirosa era! Aun que de igual forma ella sabía que bromeaba, bueno una parte, porque mi trabajo si era protegerla de todo tipo de peligros, la mentira estaba en que yo disfrutaba haciéndolo. Lleve mi mano hasta los labios, donde deposite un besito para soplarle y simular que lo hacía llegar hasta ella, le volví a sonreír.- Sabes que te amo no? Pero me encanta reírme a tus costas.- Dicho aquello enterré mis patines en el hielo para alejarme lo más pronto de allí ¿Cuáles eran las posibilidades de salir ilesa de aquella circunstancia?

Tome una larga bocanada de aire mientras la oía hablar, aunque no lo pareciese la mayoría de mis sentidos estaba en atenderla a ella, el resto solo disfrutaba de esta ocasión. Cogí velocidad patinando a lo largo del lago para coger un gran impulso y poder hacer uno de esos saltos que tantas heridas me ocasionaron tiempo atrás, sonreí satisfecha al darme cuenta que había logrado parar en el hielo con la elegancia que una vez me fue imprendida y no me había caido, que es lo que había pensado que me parecía. Me frene un poco a mi misma para lograr volver al ritmo que llevaba antes del salto, la mire con una leve sonrisa- Sabía que me entenderias ya que yo paso mis día aguantando tus brotes de ego- Dije con voz burlona y clara falsedad en mis palabras. Pues era una gran mentira, Ashley era una gran persona, estaba un poco loca y a veces su misterios me sacaba de mis casillas pero nunca he pensado en ella como una persona que lastimace a los demás, es más soy incapaz de verla como alguien que quiere hacer daño a algo, es imposible- Sabes que es broma- Dije después de unos segundos. Yo no solía gastarle bromas a las personas, porque se que algunas se lo podían tomar a mal y eso no me gustaba nada, así que solo bromeaba con mis chicas, las que mas confianza tenia, así no había malentendidos. Sus palabras sobre nuestra amistad me hicieron frenar del todo, yo estaba en ese momento de espaldas a ella, por lo cual no pude ver su reacción. Una leve sonrisa se abrió a traves de mi rostro. Antes no me había sentido afortunada en la vida familiar, mi madre habia muerto, lo único que sabía ella era las historias que me contaba mi padre antes de dormir, y estas habían quedado con detalles escasos en mi mente gracia al paso de los años y a mi padre se lo había terminado de llevar la muerte poco antes de yo poder madurar del todo. La muerte era un tema delicado en mi, pero más la familia, corrí la suerte de que me adoptaron personas a las que les debo mas de mil gracias aun así aquel vacio que solo podían rellenar mis dos seres queridos no estaba completo... Hasta que llegue aquí, el regalo que me había dado este lugar eran ellas dos, las que poco a poco has ido rellenando esos huecos en mi herido corazón, ellas pegan con amor mis cicatrices cada vez que se abren y sonríen cuando yo solo puedo llorar. Sin duda alguna, la vida me había devuelto lo que años atrás me había arrebatado- Si lo se, y ustedes saben que son lo mejor que tengo ¿Verdad?- Dije como respuesta mientras retomaba por fin mi camino y me giraba a mirarla- Ya se que cargar con una chica tan problematica como yo no es facil, ni siquiera se porque lo haces- Dije mientras me encogía con leveza de hombros. Mi padre solia decirme de pequeña que era una iman para los problemas, pero que esto era debido a mi gran curiosidad de gato. Ashley por el contrario decia que la gente se acercaba mucho a mi porque no sabía decir que no, pero es que cuando alguien necesita algo, porque negarse? Si yo necesito algo solo espero que alguien pueda ofrecerme su brazo para ayudarme, por eso nunca digo que no. Sin embargo, sabia que las palabras de Ash no eran del todo ciertas por eso solo solte unas leves carcajadas y gire alrededor de ella. Cuando vi su gesto amoroso levante una de mis manos, simulando que alcanzaba ese beso que me mando y la lleve hasta mi corazon, como quien la guarda ahi bajo llave y no lo deja escapar. Sonrei al escuchar sus palabras, a Ash le encantaba molestar un poco a la gente, por eso nunca me sentia ofendida con lo que decia, me lo tomaba a bien y sonreia satisfecha. Asentí conestasndo a su pregunta y me acerque a ella para guardarla unos cuantos segundos en mis brazos- Tu cuando sales por ahí a pensar, te das cuenta de lo especial que me eres?- Dije mientras mordía una de sus mejillas y volvía a patinar a gran velocidad, sabía que me perseguiria, pues le había mordido lo suficientemente fuerte como para que le doliera un poco, y segura querría vengarse.